Los números romanos se escriben con una letra del alfabeto. La V de victoria equivale al número cinco. Eso es lo que le endosó el Jerez Indutrial al Atlético Onubense la tarde del sábado. La primera victoria del equipo jerezano no se hizo esperar al minuto 89 sino que se cerró incluso varios minutos antes, cuando Joselito introducía por quinta vez el esférico en las redes defendidas por Guille, el portero visitante.
Esta vez el encuentro no se decidió al final sino mucho antes , al inicio del segundo período los locales ya ganaban por tres goles de ventaja. Los tres primeros goles fueron en momentos cruciales. El uno a cero llegaba tras una clara oportunidad recreativista que desbarataba Zarzuela mandando el balón a córner. El segundo gol tenía el mismo protagonista que el primer gol: Juanan, justo antes de irse a los vestuarios. El tercer gol llegó justo después de empezar el segundo tiempo, en el minuto 46, Juanjo Ruiz de impresionante zurdado.
Los dos últimos goles tuvieron protagonistas distintos: Velázquez en el minuto 57 y el gol de Joselito, ya mencionado anteriormente.
Hasta el gol industrialista los dos equipos tuvieron ocasiones de marcar. El partido estaba abierto. A partir del gol el Jerez Industrial se hizo con el mando del partido y con el control del juego, recreándose, gustándose.
Mientras el equipo se gustaba haciendo un buen futbol la afición disfrutaba. Aplaudía y animaba. No sufría, algo extraño en los últimos tiempos, o mejor dicho, algo extraño para nosotros.
El equipo y los afincionados industrialista se contagiaron de la fiesta organizada en la explanada del Estadio Pedro S.Garrido: Exposur . Hubo por lo tanto fiesta antes, durante y después. Hubo fiesta hasta en el descanso, fiesta de colaboradores ya que la Junta Directiva de nuestro equipo les hizo entrega de una camiseta a cada uno de ellos, y si sumamos los patrocinadores, nos dan el resultado de cinco. ¿Un gol por cada patrocinador? No lo sabemos, pero por si acaso, que vuelvan a visitarnos y que se traigan la camiseta.
