La historia vital de Antonia Castro es un ejemplo de lucha inagotable e inextinguible. Es la perseverancia personificada ante el aldabonazo más duro que cualquier ser humano y en concreto una madre pueda sufrir.
Un golpe bajo, el más bajo a lo más profundo de las entrañas del sentimiento maternal más puro y naturalmente íntegro que una progenitora pueda digerir rematado por la más nefasta y desacertada aplicación de la Justicia.
Hasta la madrugada del 22 de noviembre de 1995, la familia de Antonia disfrutaba y sufría con las alegrías y contratiempos cotidianos de la vida como cualquier otra familia española. Juan Holgado Castro lleva dieciséis años enterrado en una tumba del jerezano cementerio de Nuestra Señora de la Merced y nunca le faltan flores frescas, porque desde entonces Antonia, la madre con más coraje que me he cruzado en mi vida, acude diariamente a visitarlo.
La Directiva del Jerez Industrial quiere en esta efémeride cruel apoyar y dar el cariño y el aliento merecido a esta madre sin consuelo y a su familia. Mañana en los prolegómenos del encuentro se celebrará un minuto de silencio en memoria de Juan Holgado y en solidaridad con su familia y en especial con Doña Antonia Castro, la madre coraje en esencia, a la que le se le hará entrega del carné de socio de su hijo y de un ramo de flores. La causa de Juan Holgado no debe ser olvidada y no puede quedar impune hasta dar con los huesos en la cárcel de sus asesinos.